Evan MÉNDEZ
En las inmediaciones del Palacio Legislativo, un grupo de residentes del municipio de Ixtenco expresó su oposición ante la posible reelección del diputado morenista Miguel Ángel Caballero Yonca, quien recientemente presentó su solicitud de licencia para volver a representar al distrito 10 con sede en Huamantla.
Portando mantas y cartulinas, Micaela Cristóbal Yonca, habitante de esa localidad, recordó un suceso ocurrido hace seis años, el 14 de marzo, cuando el ex presidente municipal ordenó la represión de varios ciudadanos de la demarcación.
«Desde luego, porque él es un represor. Hace seis años, él es el autor intelectual de haber mandado a golpear a su pueblo, de manera represora, de una manera cobarde. Es lo que hizo. Por eso siempre no se nos va a olvidar y vamos a recordar con tristeza cómo este sujeto fue capaz de golpear a su pueblo», expresó Cristóbal Yonca.
La vecina del municipio indicó que no están de acuerdo con que Caballero Yonca busque nuevamente el respaldo del pueblo, ya que, a diferencia de otras personas, ellos analizan las situaciones y expresarán su voto de castigo.
Además, señaló que su elección no se basó en un proyecto consolidado por la ciudadanía, ya que existen varios programas en el municipio que solo necesitaban un representante para ser implementados.
«Sabemos que él compró la candidatura y que no ganó. Por eso siempre hemos dicho que es el diputado espurio. Nunca ganó. Entonces, ahora que quiere decir que lo vamos a apoyar, no. En Ixtenco, cuando según ganó por Huamantla, porque es grande, pero estuvo dando dinero y ahora es lo mismo que está haciendo, dando dinero en el pueblo de Ixtenco, está dando migajas a la gente que tristemente se le hace mucho», añadió Cristóbal Yonca.
La manifestante sostuvo que desde que Caballero Yonca dejó la presidencia municipal, la población ha estado más tranquila, ya que durante su mandato prevaleció la delincuencia.
Es importante recordar que el 14 de marzo de 2018, se registró un fallido operativo para recuperar la alcaldía de Ixtenco, tomada por un grupo antagónico al gobierno del entonces munícipe Miguel Ángel Caballero Yonca, el cual terminó en un brutal enfrentamiento entre pobladores y policías que dejó al menos 20 personas lesionadas.